FUERTE Y PODEROSO

 

FUERTE y PODEROSO. Es lo que, hasta hace poco, venía yo diciéndome a mí mismo que era. Y lo escribía. Así, en mayúsculas, para que me quedara claro. Necesitaba decírmelo, verlo escrito, hacérmelo creer. Para afrontar la vida con arrojo, para no arredrarme ante las dificultades, para sentir que podía con todo. Incluso solo, sin la ayuda de nadie. Tampoco la de Él.

Unos días atrás, un simple tarro de mermelada desafía mi creencia: no soy capaz de abrirlo por mí mismo. ¡Tranquilo!, -me digo-. Un día flojo, lo tiene cualquiera, ¿verdad?

Sigo con mi vida, con mis hábitos de lectura diaria… FRÁGIL, VULNERABLE y MORTAL. Así se define el ilustre personaje cuya biografía estoy leyendo. Y no sólo a sí mismo. Extiende estas cualidades a todo el mundo. Reflexiono sobre ello; mortal, sí, eso es obvio. Sin embargo, ¿por qué asumir las otras otras dos cualidades, tan limitantes? Me dispongo a contraargumentar, pero me paró en seco; recuerdo el tarro de mermelada. ¿Será verdad?

Frágil. Sí, lo soy. Quiero serlo. Porque  reconocer mis limitaciones me ayuda a superarlas, a compensarlas, a buscar ayuda, a aceptar ayuda. A apoyarme en los demás, a trabajar en equipo. En definitiva, a construir la fortaleza desde la fragilidad. Sí, ser frágil me hace ser fuerte.

Vulnerable. Sí, lo soy. Por eso tengo que protegerme, tomar mis precauciones. Prepararme bien, formarme, entrenarme, reforzarme, planificar, organizar…, esforzarme. Sí, ser vulnerable me hace ser poderoso.

Mortal. Sí, lo soy. No hace falta reconocerlo. Solo asumir que, como a todos, por muy tarde que sea, la muerte nos llegará antes de lo que esperamos. Que no nos pille sin haber hecho lo suficiente. ¡Vivamos! ¡Celebremos la vida! Consumámosla por causas nobles. Sin prisa, pero sin pausa. Cada día un pasito, cada día una acción, cada día un detalle. Sí, ser mortal me hace VIVIR, con mayúsculas.

 Frágil, vulnerable y mortal, ¡esa es la suerte!

¡Por una vida apasionante! 
vive, disfruta, comparte
Por el mismo autor: www.15habitos.com