Algunas personas dicen, seguro que de manera acertada, que si no tienes nada interesante que decir, mejor es permanecer en silencio. Es improbable que, sobre el sentido de la vida, tenga yo algo más interesante que decir que Viktor Frankl, en su obra El hombre en busca de sentido. Por ello, más que callar, lo repito aquí:
“Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos y, después, enseñar a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros. Tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el significado de la vida y, en vez de ello, pensar en nosotros como en seres a quienes la vida les inquiriera continua e incesantemente. Nuestra contestación tiene que estar hecha no de palabras ni tampoco de meditación, sino de una conducta y una actuación rectas. En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo.”
El hombre en busca de sentido. Editorial Herder. Décima edición –página 78–. Del texto titulado: La pregunta por el sentido de la vida.
¡Por una vida apasionante!
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Por el mismo autor: www.15habitos.com