Comentario publicado por Santiago García el 21 de diciembre de 2019.
Así era mi hijo Ignacio. El héroe del monopatín, de Joaquín Echeverría. Sí, ya han pasado dos años. La conmoción nos llegaba al conocer el asesinato de Ignacio, a manos de tres terroristas que empuñaban armas blancas en el Puente de Londres, sembrando el terror, asesinando a peatones indefensos. Era el 3 de junio de 2017 cuando, con su monopatín, se enfrentó a ellos, en un acto heróico que le hizo perder la vida. Con este libro, su padre nos acerca el magnánimo carácter de Ignacio, a quien rinde homenaje.
Después de tratar, sin éxito, de contener las lágrimas, te adentras en una lectura emotiva en la que descubres cómo era Ignacio Echeverría Miralles de Imperial, qué valores guiaban su vida. En la que llegas a comprender que para algunas personas ciertos principios están por encima del aprecio a su propia vida. Hasta el punto de no pararse a pensar que, con sus actos y la defensa de esos principios, la pueden perder. Para sorpresa de tantos, que no estamos a la altura de semejante exigencia moral. Para darte cuenta de que el mundo, lo que verdaderamente merece la pena en el mundo, se mueve por amor. Sí, se mueve por amor; hasta muere por amor.
Transcribo a continuación los dos párrafos finales del libro, texto de Ana Echeverría, hermana de Ignacio:
“Ahora (Ignacio) nos deja una lección por aprender, porque nos cambió a muchos con su actitud y sabemos que tenía razón, que es necesario subir la voz cuando lo correcto no se impone, que es necesario participar y hasta pelear.»
«Que merece la pena defender nuestra libertad y plantar cara a los que abusan de nuestra dignidad. En casa, en el colegio, en el trabajo. Y si hace falta en el Puente de Londres”. –Así era mi hijo Ignacio, el héroe del monopatín, de Joaquín Echeverría. JdeJ Editores; segunda edición, página 163-.
¡Qué gran lección! Gracias, Ignacio Echeverría. Gracias, familia Echeverría.
¡Por una vida apasionante!
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Del autor de este blog: www.15habitos.com