¡A ver si pasa todo! Lo oímos sin cesar. Lo dices tú, lo digo yo.
Imagina que ya todo ha pasado. No importa cuánto tiempo haya transcurrido. El suficiente. ¿Lo imaginas?
¡Qué alegría! Todo ha pasado ya. Piensa, por un momento, gracias a qué:
– ¿Gracias a las mascarillas en todos los lugares, a todas las horas, con cualquier persona?
– ¿Gracias al distanciamiento, incluido el de las personas más cercanas?
– ¿Gracias a las reuniones de diez? ¿A las de seis? ¿O a las de cuatro?
– ¿Gracias a las limitaciones de aforo en restaurantes, teatros, conferencias, lugares de culto, pero no en el transporte público?
– ¿Gracias a dejar de abrazar a tus padres, a tus abuelos, a tus hijos?
– ¿Gracias a las vacunas?
– ¿Gracias al estado de alarma y a quienes lo impusieron?
¿Gracias a qué de todo lo anterior? ¿A todo, todo? No habrá certezas. Entonces, por si acaso, intuyo que:
– Seguirán siendo obligatorias las mascarillas en todos los lugares, a todas las horas, con cualquier persona.
– Seguirá siendo obligatorio el distanciamiento, incluido el de las personas más cercanas.
– Seguirán restringiendo las reuniones a seis o cuatro personas.
– Mantendrán las limitaciones de aforo en restaurantes, teatros, conferencias, lugares de culto, pero no en el transporte público.
– Seguirán recomendando no abrazar a tus padres ni a tus abuelos ni a tus hijos.
– Mantendrán las vacunas de por vida.
– Mantendrán el estado de alarma –o amenazarán con él para seguir legislando a su antojo-, los mismos gobernantes de ahora, o los que los sucedan.
Dirás, tal vez, que esta es una visión catastrofista. Y que me equivoco. Que después de uno, tres o cinco años, ya no habrá rastro del virus. Y digo yo, ¿qué virus? Otro saldrá, o este mutará. Entonces, rastro no habrá de nuestra libertad. O, quizá, superman nos venga a rescatar, disfrazado de verdad.
Por una vida apasionante!
vive, disfruta, comparte
Por el mismo autor: www.15habitos.com