Felicidad
En momentos en los que muchos necesitamos recuperar nuestra salud mental –si es que la tuvimos algún día–, traigo a colación a Martin Seligman. El padre de la psicología positiva nos anima a aspirar a la felicidad y el bienestar a través de:
- Experimentar emociones positivas; las que nos aportan placer, en su acepción más amplia.
- Comprometernos, involcrarse en algo digno; lo que mantiene el ritmo de nuestras acciones y eleva el ánimo.
- Mantener relaciones personales positivas.
- Lograr metas, incluso triviales.
- Disponer de un propósito, dar un significado a lo que hacemos.
Quizá estas preguntas ayuden a pasar a la acción en lo que, en mi opinión, resulta más sencillo:
- ¿Qué actividad haré cada día que me provoque una emoción positiva o más? ¿Qué actividad placentera, por sencilla que sea?
- ¿Con quién voy a relacionarme en los próximos días de manera positiva? ¿Qué voy a hacer que suponga una relación positiva?
- ¿Qué he logrado en los últimos días, habiéndomelo propuesto expresamente o no?
- ¿Cómo puedo dar significado a lo más relevante que hago cada día?
Para quien se atreva con algo más a medio y largo plazos:
- ¿Con qué causa quiero comprometerme y trabajar en su favor?
- ¿Qué hábitos voy a adquirir para fomentar relaciones personales positivas?
- ¿Qué metas quiero alcanzar, por las que me dispongo a perseverar?
- ¿Cuál es la razón por la que salgo con ilusión cada día de la cama? ¿Qué propósito persigo con lo que hago?
Tal vez, por ahora, basten dos o tres preguntas, respondidas desde el corazón. ¡Felicidad: noble aspiración!
¡Por una vida apasionante!
vive, disfruta, comparte
Por el mismo autor: www.15habitos.com