Y así, rebuscando entre sus papeles, encontró aquella entrañable carta, nunca entregada.
Querido papá, querida mamá:
Hoy, después de tantos años viviendo a mi aire, te escribo por primera vez, con la confianza de que entenderás mi desazón. Ahora que aprecio bien todo lo que has hecho y seguirás haciendo por mí, desde siempre, ante mi absoluta pasividad. Ahora, me dirijo a ti.
Tú, día tras día, estás ahí, sin reservas, con total atención, con incondicional amor. Por todo ello, quiero darte las gracias. Por tu dedicación, por tu constancia; por todos tus cuidados. Por procurarme la protección necesaria, por acudir en mi auxilio en cualquier circunstancia, en cualquier situación, en todos los lugares.
Gracias, mi querida mamá; gracias, mi querido papá.
Muchas gracias por querer siempre lo mejor para mí, por estar siempre vigilante, a pesar de mis, muchas veces, rebeldía, dejadez, abandono y hasta negligencia. Gracias por tratarme bien siempre… Incluso cuando me resisto, cuando te llevo la contraria.
Confío en ti porque atesoras la experiencia de los años y de la observación continua. Ahora que soy consciente de tu insistencia y de tu cercanía, quiero escucharte y compartir contigo mis reflexiones. Quiero que sepas que valoro tu paciencia y tu buen hacer.
Animado por este asombro, me comprometo a agudizar mis sentidos, a estar atento y a desplegar mi intuición. Para así, yo también cuidarte a ti ahora, más conscientemente y procurarte siempre mi protección. Siempre, con mi mejor intención.
Por siempre te quiere, tu hijo.
Al volver la carta al cajón, descubrió que había más, para otros destinatarios, también sin entregar.
¡Por una vida apasionante! vive, disfruta, comparte
1 opinión en “Carta no entregada”
Bonita reflexión, a un amor incondicional. Amor de padres, ellos lo dan todo por nosotros. Feliz día!
Bonita reflexión, a un amor incondicional. Amor de padres, ellos lo dan todo por nosotros. Feliz día!