Querido don Alberto: ¡Qué reconfortante volvernos a encontrar! Como antaño, ante un café humeante, junto a un hogar de lumbre chispeante; cara a cara, sobre la vida misma, charlar. Sobre escribir, coincido con su apreciación: se está perdiendo el género epistolar. ¿Quién osa, siquiera, una carta al año redactar? Algunos, por Navidad; o en una esporádica vacación. Se pregunta usted cómo se puede recuperar. ¡Ha irrumpido el wasap! Para, como dicen, responder asap. Y digo yo, ¿a quién le va a interesar? Que por mí no quede, ¡me sirve usted de acicate! Con alegría, antes de al nuevo año recibir, entre 20 y 30 epístolas me comprometo a escribir. ¡Adiós al bricolaje! Tomo la pluma y dejo el alicate. Ayúdeme, mi querido amigo, por compasión. Envíeme la dirección de cualquier conocido, no vaya a ser que alguno me deje, por olvido. Y asuma que ha sido con intención. Reitero, don Alberto, mi agradecimiento. Por su llamada, el encuentro y su gran amistad. Le mando un fuerte abrazo, cargado de sentimiento, y mis mejores deseos para esta Navidad. Roberto. P.D.: Mande aquí las direcciones postales: cartaspornavidad@vidaapasionante.com, que para esto no se requieren conversaciones adicionales, y me hace usted un gran favor. ¡Por una vida apasionante! vive, disfruta, comparte Por el mismo autor: www.15habitos.com