Hace unos años leí que una sociedad deja de ser viable cuando sus índices de natalidad están por debajo de un determinado valor. Es obvio: si no hay renovación, una sociedad entra en crisis y muere.
Hay otros motivos para que una sociedad, sino hacia la muerte, camine hacia la degeneración: el desprecio a sus mayores, a su sabiduría, a su experiencia. El desprecio tiene su punta de iceberg en la falta de respeto, que oculta vicios mayores.
No hace falta chillarles, no hace falta insultarles, aunque sea suavemente. Hay muchas fórmulas de falta de respeto: dejar de escucharlos; dejar de apoyarlos, de animarlos; dejar de considerar sus opiniones. Todavía hay más: dejar que nos sirvan más allá de lo razonable, permitirles que trabajen más que los jóvenes, o dicho de otro modo, mientras los más jóvenes, no lo hacen tanto. ¿Comodidad? ¿Dejarse servir? ¿Prepotencia? ¿Falta de amor propio?
Quizás te hagas otra pregunta, también obvia: ¿solo a los mayores?
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