Sobre buenos y malos

 

¿Y si, por fin, aceptamos que la vida en este mundo
no sea nunca más una lucha entre buenos y malos,
sino convivencia fraterna y pacífica entre hermanos,
que compartamos un amor tan intenso como profundo?

¿Qué consecuencias tendría esta actitud,
sin fijarnos, ni pensar de qué lado está la rectitud?

Con valentía, enterrar el rencor,
entre todos, curar el dolor,
pedir y, con alegría, dar el perdón,
establecer una verdadera comunión.

¿Quién puede decir que esto es novedad?
Trabajar por el Reino de Dios,
que vuelve a nacer esta Navidad,
y, sin distinguir entre tú y yo, se nos entrega a los dos.

¡Por una vida apasionante! 
vive, disfruta, comparte
Por el mismo autor: www.15habitos.com