25 años después, cual destellos fugaces
revive sus pensamientos sagaces,
sobre los regalos de la infancia.
Temía por su fragilidad.
Quería hacerlos durar.
Se decía entonces: ¡trátalos con elegancia!
Pero no bastaban las buenas intenciones.
Para colmo, nunca venían con instrucciones.
Unas veces, falta de previsión.
Otras, imprudencia.
Las más, precipitación.
Sí, le faltaba paciencia.
Cosas de la edad.
Y la impulsividad.
25 años atrás.
Ilusión y mucho más.
¡Cuánta alegría!
Tiempos de algarabía.
Aquellos regalos se rompieron.
O se perdieron.
Menos los libros, que, en la estantería,
todavía hoy, conservan su sabiduría.
Le quedan raquetas, pelotas y, de puzles, piezas sueltas.
El scalextric, con sus revueltas.
Sin duda, los mejores regalos estaban por llegar,
De la mano de aquella mujer a quien, años más tarde, iba a desposar.
¡Gracias por tanta bondad!
¡Por una vida apasionante! vive, disfruta, comparte
Muchas felicidades!! Los tesoros que más queremos, están siempre con nosotros y perdurarán en el tiempo. Los valores, la infancia, el cariño siempre familiar. Buen día y por muchos mas.
Muchas felicidades!! Los tesoros que más queremos, están siempre con nosotros y perdurarán en el tiempo. Los valores, la infancia, el cariño siempre familiar. Buen día y por muchos mas.