Fue un domingo de estos. El sacerdote acababa de dar su bendición al final de la misa cuando, inesperadamente para mí, que me disponía a desfilar hacia la calle, lanzó una última prescripción: “Glorificad a Dios con vuestras vidas”.
Sorprendido, repetí esa instrucción en mi interior y, pronto, la orden dio paso a una pregunta que me acompañó el resto de la semana.
Asistas o no a misa; seas creyente, agnóstico o ateo, puede que, también a ti, te acompañe hoy una pregunta similar.
¡Feliz semana!
www.vidaapasionante.com
¡vive, disfruta, comparte!
Pues si siempre hay q llevar una vida lo más cristiana posible
Ser buena persona y preocuparse por los demás imprescindible
¿Cúal es la pregunta?
¿Cuál es la pregunta? A cada cual puede surgirle una diferente.