¿Por qué me has desamparado?

   

Hoy, más que nunca, el clamor de Jesucristo en la cruz, ante la proximidad de su muerte, de la manera más ignominiosa, nos resulta más cercano. Tanto, que lo hacemos nuestro, aunque no lleguemos a intuir un atisbo de su sufrimiento.

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? -Mt 27, 46; Mc 15, 34-

No entendemos los designios de Dios, porque Dios es inconmensurable. La lógica de Dios no es la nuestra.

Oh Dios, acude a librarme; apresúrate, oh Dios, a socorrerme. -Salmo 70, 1-   

Mis manos, tus manos; las de nuestros familiares y amigos, esas son las manos de Dios, que se apresuran a socorrer.

Feliz Domingo de Ramos.

¡Por una vida apasionante! 
vive, disfruta, comparte
Por el mismo autor: www.15habitos.com