Palo, zanahoria y confianza

No, no confío en el palo y la zanahoria.  

Tal vez no aprendí bien la técnica. Quizá porque la aplicaron mal conmigo… ¡o demasiado bien!

Tuve palos, no físicos, por supuesto, pero palos; los recuerdo… Y con ellos, la sensación de rabia y frustración; el resentimiento y el rencor. ¿Te ha pasado a ti?

¡Niño travieso! ¿O, simplemente, niño?

Tuve zanahorias también, pero no guardo especial recuerdo de quien me las dio después de un esfuerzo. No. Denotaba superioridad, dejaba claro quien tenía el poder y la capacidad de aplicarlo.

Por el contrario, guardo buen recuerdo de quien me dio zanahorias sin merecerlas especialmente; de quien creyó primero, de quien me las dio por amor. De quien confió en mi esencia bondadosa de niño. Y de adolescente; y de adulto.

No, no confío en el palo y la zanahoria: minan la confianza, extienden la distancia. Urge más la comprensión y la cercanía.

Prefiero el aliento del abrazo, que da paso a la esperanza y a la maravilla. ¿Y tú?

¡Feliz día!

www.vidaapasionante.com

 

4 opiniones en “Palo, zanahoria y confianza”

  1. Verdaderamente. Vale mas un abrazo a tiempo, aunque a veces no se ha merecido, porque da confianza y le seguirá mas esfuerzo. Besos muchas gracia .

  2. La vida es un largo camino. Palos siempre hay, aunque algunos inesperados. De ellos aprendes y te proteges. Zanohoria y desconfianza van unidos, nunca me gustaron aunque fueran utilizadas con propósito de ayudar. El engaño, sea cual sea su objetivo, no debe ocupar parte de nuestros recuerdos, al final solo es eso…..un engaño. Hacer lo que corresponde, desde el cariño…..ese el gran valor…! y eso lo que promulgo. Animar, confiar, dar cariño, arropar cuando caes en desanimo, estar hay sin que tellamen….son los valores que defiendo. Eso….si lo vi y lo aprendi…..

  3. Gracias por tus reflexiones. Coincido contigo. Lo que hay que plantarse son las habilidades como padres,no hay niños malos. Hay que trabajar en la educacion y la construcción de una buena autoestima. ❤

Comentarios cerrados.